Se trata de una competencia de MTB en Vallescondido, en la que se prioriza la resistencia de los bikers. Eduardo Rivas participó de este desafío único en el que complementa paisajes impactantes con la adrenalina de pedalear sin parar durante todo un día.
Dicen que estar en el punto de largada de una carrera importante es un éxito y eso es muy cierto ya que para encontrarse en el inicio se debió seguramente antes haber pasado por una centena de horas de entrenamiento, de tiempo de dedicación tomado de la familia, del descanso laboral y muchas veces del sueño. Y en este caso en particular fueron también casi 1500 km hasta llegar a San Martín de los Andes.
Esto es lo que me sucedió al participar de las 24 horas de MTB en Vallescondido.Mezclado entre estos 80 ciclistas que buscaban la “locura” de pedalear lo más que se pueda en 24 horas. La carrera se largó en dos tandas: primero las categorías 24 hs SOLO y 12 hs SOLO, luego los EQUIPOS de 4 corredores que corrieron en postas.
Partimos desde el campo de golf de este Club de Campo y después de salir de él descendemos un rato entre senderos y caminos para luego comenzar la primera parte de un largo ascenso. Trepamos, entonces, hasta el Club House del Club y seguimos un poco más entre los senderos serpenteantes del tupido bosque para después descender nuevamente al campo de golf y a partir de allí subir faldeando el Cerro Chapelco por una empinadísima senda que, mezclándose por momentos con el camino, nos lleva casi hasta la cima del cerro. En el trayecto pasamos pintorescos puentes de madera que cruzan los ríos del bosque, intrincados senderos de piso blando que con el paso de las bicis forman canaletas que dificultan el andar cada nueva vuelta y hemos visto muchos animalitos del bosque que sorprendidos ven pasar los ciclistas y se esconden rápidamente.
LA TRAVESIA
Menos de una hora para mi primera vuelta. Excelente tiempo considerando que no esperaba encontrarme con este circuito tan exigente. El plan fue pedalear continuadamente las primeras 12 horas, luego parar y descansar una hora. La estrategia fue tomar el descanso durante la noche de manera de aprovechar al máximo las luces del día.
Un plan por demás cómodo para la preparación que estuve realizando donde una vez a la semana partía de la ciudad de San Juan hacia la localidad de Iglesia llegando al Colorado (2672msmn) y regresando en una rutina de 15 horas aproximadamente. Las últimas semanas bajé el volumen a 10 horas los sábados y lógicamente 3 horas diarias durante la semana. Mis dudas están solamente en lo que pasará después de las 18 horas de pedalear.
Eran casi las 6 de la tarde y me tomé un descanso que solo aprovecho para dormir. Una hora después reinicié el andar ya con las luces listas para enfrentar la noche. El recorrido estaba muy bien marcado. Tomé el segundo descanso y hacía frio.
Nada de lo planeado pude realizar pero eso no me frustró, la experiencia fue por demás válida y me llena de satisfacción haber participado en este evento de ultra resistencia. Con más ganas voy a prepararme para el año que viene porque varias razones y estas son: superar lo realizado este año, por la excelente organización y la calidez de la gente para atendernos, por volver a ver las exquisitas bellezas del paisaje y para volver a nadar en el Lago Lácar.