Es por demás agradable la sensación que queda luego de haber logrado el objetivo, sobre todo después del tremendo esfuerzo que demandó el hacer en mountain bike por primera vez el recorrido que realizó el General San Martín junto a su ejército al cruzar la cordillera de Los Andes por el paso del Valle de Los Patos Sur en la Provincia de San Juan. También es agradable la sensación de que todo lo planeado se haya realizado sin problemas, de que el apoyo haya sido el mejor para la ocasión y que la fuerza de la musa inspiradora fuera capaz de “empujar hacia adelante” cuando las piernas y los brazos flaqueaban.
CIUDAD DE SAN JUAN (630 MSNM) – HORNILLAS. CALINGASTA (2800 MSNM).
Las cosas se dieron muy bien después que Neri Caballero me diera la oportunidad de utilizar la logística de la expedición que año a año realiza el cruce a pie. Todo a pedir de boca, es por eso que en menos de 48 horas ya estaba subiendo la mochila de 90 y la bici al camión de la municipalidad de Rawson encargado de llevar las provisiones y el equipo pesado hasta Manantiales. Más tarde la Gendarmería se encargó de transportarnos hasta Hornillas porque el camino a Manantiales estaba intransitable producto de una creciente recientemente ocurrida. Esta fue nuestra primera dificultad y que nos produciría un retraso importante en nuestros planes ya que la idea era hacer el recorrido en vehículo y no en mula.
HORNILLAS (2800 MSNM)
LOS HORNITOS SUPERIOR (3300 MSNM)
Fue con la intención de recuperar el tiempo perdido que salimos a caballo.
REFUGIO SARDINAS (2900 MSNM) PASO DE LAS YARETAS
El refugio del Ing. Sardinas fue antaño el lugar donde hidráulica tomaba datos de las nevadas de la zona. La mayor particularidad es que está hecho en excelentes materiales y práctico diseño. Se trata de una casa de 3 plantas con comunicación interna, preparada para vivir dentro sin salir por largos períodos. Se ingresa por el primer piso a través de una escalera a la cocina, dormitorios y baño, el piso de abajo funcionaba antiguamente como depósito al igual que el piso superior. El helicóptero ha traído unas carpas grandes, pack de bebidas y cajas de vino. Ayudamos a los gendarmes a subir la bebida a la cocina y colaboramos un poco con el armado de las grandes carpas. Son solamente 4 (Ángel Romero de Chaco, Álvaro López de Corrientes y Ángel Velázquez de Formosa al igual que Carlos Ayala quien se encuentra cargo del grupo) y dos cortos días deben armar 4 carpas estructurales grandes, hacer los pozos para la basura de los 160 expedicionarios, hacer la comida (desayunos, almuerzos, meriendas y cenas), acondicionar el lugar y atender a la multitud. Es admirable su dinámica y dedicación por eso sin que ellos nos lo pidieran dispusimos ayudarles un poco. Volvemos a Sardina para seguir colaborando con los gendarmes y para preparar el asadito para todos los que nos encontramos en este lugar.
PUESTO LOS BORQUES (3400 MSNM)
Ya con las pilas súper cargadas seguimos con la marcha ahora buscando el Puesto Los Borques para quedar lo más cerca posible del límite con Chile y así permanecer a una jornada corta al día siguiente para llegar a nuestro objetivo en tiempo y forma. Salí adelante pedaleando, detrás los caminantes. La gente nos despide con afecto. Humberto Romero, Raúl Menegazzo, el “Huevo” Muñoz, Isaac Arce y Marcelo Lima fueron los más efusivos. Durante el interminable ascenso los caminantes me alcanzan, me esperan, comparten conmigo algún descanso y superan. Después de muchas horas de jornada también me alcanzan los cargueros casi llegando a la vega del Puesto Los Borques. Marcelo al pasar me anuncia: “Te quedan 7 minutos más!!!”. Llego al último con la bici colgada de los hombros pero con una amplia sonrisa por haber terminado esta durísima penúltima etapa.
LÍMITE CON CHILE
Estamos ansiosos, no es necesario salir demasiado temprano hacia el límite con Chile porque el horario de llegada tiene que estar entre las 11 y 12 del mediodía y nos encontramos a 40 minutos a lomo de mula o a una hora y media máximo a pie… y en bicicleta? … eso recién hoy lo vamos a saber!
La expedición del Gobernador debe llegar al límite para las 12 del mediodía y así encontrarse con la expedición de Chile para rememorar juntos aquel importante encuentro entre chilenos y argentinos llevado a cabo antes de la batalla de Chacabuco .
Con Neri nos fundimos en un interminable abrazo al que luego se sumaron Quito, Jonathan y Marcelo. Era el tiempo de ponerle punto final al esfuerzo y la corona de misión cumplida a esta travesía. Fuimos los primeros en emprender el regreso ya que debíamos preparar las cargueras en el Puesto Los Borques y eso nos llevaría bastante tiempo.
RANCHO DE LATA (3900 MSNM)
Sobre el caballo la vida se ve diferente. Como que todo toma otro ritmo, el no tener que atender todo el tiempo el camino hace que uno disponga de más tiempo para la observación. Eso es otra de las cosas que debo agradecer a esta expedición, cabalgar es una manera distinta de disfrutar de la naturaleza.
Partimos rumbo a Rancho de Lata (3900 msnm) distante unas pocas horas a caballo y ubicado justo debajo del ascenso para cruzar por La Honda a 4200 msnm. Volvimos sobre nuestros pasos hasta La Junta de Los Caminos y de allí desviamos hacia la Honda.
ARROYO MANANTIALES (3100 MSNM)
Después de preparar las cargas ensillamos y comenzamos el vertiginoso ascenso. Este paso es más corto, más bajo pero más vertical que el del Espinacito y la pendiente hace que las mulas y caballos se detengan muchas veces para tomar el aire y bajar las pulsaciones. De eso sabemos muchos los que alguna vez anduvimos subiendo montañas con toda la carga en la mochila.
Hace frio, el viento sopla fuerte a nuestras espaldas, la subida es interminable, advertimos el cansancio de los animales, nos movemos por los 30 cm que tiene de ancho la huella de arcilla y que se desplaza faldeando el cerro en forma de zeta, abajo muy abajo la Junta de Los Caminos y el arroyo Blanco. Seguimos el avance y después de pasar Manantiales y de más de 10 horas de cabalgata buscamos el agua de un arroyo y pastura para pasar la noche. Dormimos con el cielo y las estrellas como techo y con la luz de la luna como farol de noche.
ARROYO MANANTIALES (3100 MSNM)
Al despertar después del desayuno subimos al camino para ver si teníamos la suerte de encontrar algún vehículo que nos solucionara el transporte desde Condarco a Barreal. Esto era necesario ya que Marcelo nos llevaría hasta Condarco en sus caballos. Mientras se preparaban las cargas ya cerca de las 10 de la mañana “se nos hizo el día” al ver una camioneta de gendarmería que viajaba con destino a Manantiales, le hicimos seña y se detuvo, entonces le preguntamos si nos llevaba a Barreal a su regreso y nos dijo que sí. Tuvimos mucha suerte considerando que debíamos cargar con la bicicleta y las mochilas de 90. Así se cerraron los 11 días que demandó la travesía que por suerte fue lograda sin mayores inconvenientes y dejando una de las mejores vivencias que haya experimentado.