No hay quien los pare. No saben de frío, de altura, de geografía extrema y de llevar la resistencia de los cuerpos hasta donde la mente lo deje.
Así son los atletas que participaron una vez más de la XXI edición de la Posta Atlética Cruce de Los Andes, que se llevó a cabo desde el 10 y 12 de febrero pasado. Ocho equipos, compuestos por 12 competidores cada uno, atravesaron la cordillera de Los Andes para unir La Serena con San Juan y terminar en la plaza de Rawson.
Con la consagración de los mencionados corredores de La Plata, Berisso y Ensenada más refuerzos de Olavarría. Pero también con la emoción que brindó el tucumano de Simoca, Juárez, aquella figura estelar del atletismo argentino volvía a correr 42 que kilómetros después del trasplante de médula ósea, el ostracismo y un regreso glorioso.
Lo prometió y cumplió. Esta edición, también organizada por la Fundación Aguaribay y que contó con el auspicio de la Municipalidad de La Serena fue una de las más competitivas. Doce atletas en cada uno de los ocho equipos inscriptos recorrieron tramos de 42 kilómetros para desandar los 506 km que separan a La Serena de San Juan. Los organizadores afirmaron que esto es para promocionarel Paso de Agua Negra.
Correr el Cruce de Los Andes significa aventurarse, qué duda cabe. Nunca fueuna prueba fácil, ni cuando ofrecía el aspecto más atlético de 12 maratones olímpicos por terrenos complicados como los del camino de Agua Negra que posibilita unir La Serena (Chile) con San Juan, en la Argentina; ni ahora, que la carrera tiene una fisonomía más emparentada con las carreras de aventura.
Puntualmente, a las 16 del viernes 10 de febrero, cada participante estuvo en el Faro Monumental de La Serena con sus mochilas y equipo de hidratación, mucho entusiasmo, algunos geles energéticos y toda la adrenalina.
El Marathon extreme 506 k, es una carrera pedestre de relevos entre las ciudades de La Serena (Chile) y San Juan (Argentina).
El evento surge para fortalecer a través del deporte, los vínculos de integración entre ambos países y en apoyo manifiesto a la Ruta Gabriela Mistral (R 41 R 150) como foco de central, del progreso de ambas Regiones.
La competencia, que se desarrolló de día y de noche, en forma ininterrumpida, atraviesa la Cordillera de los Andes de los Andes por el Paso de Agua Negra, a 4722 metros sobre el nivel del mar.
A la distancia del Marathon Olímpico tuvo que sumarse las condiciones climáticas, que varían notablemente entre los diferentes tramos; de temperaturas que superan los 40 °C en los valles, a varios grados bajo cero en la cordillera, fuertes vientos a favor o en contra, sol, lluvia, nieve. Por sus características ésta es una de las pruebas de fondo más exigentes del planeta. Las distintas etapas tocaron localidades cómo Rodeo, San José de Jáchal
El contingente de deportistas, periodistas y organizadores arribó luego de 13 horas extenuantes a la ciudad balnearia chilena. Hubo que luchar contra la puna, algunas bajadas de agua y un calor agobiante.
MUCHO MÁS QUE UNA CARRERA
Tres ultra maratonistas nucleados en el equipo Tri Nation se propusieron completar cuatro etapas cada uno en forma alternada y también estuvieron en la llegada.
Por cuestiones relacionadas con los cronogramas de competencia, solamente el uruguayo Dardo Segurola logró el objetivo, en tanto que el argentino Gerardo Re y el brasileño Julio César Latini Junior totalizaron tres. Corrieron juntos el tramo doce y Re terminó como líder en la tercera etapa.
A buen ritmo, el campeón de mountain bike Daniel Vivanco Torrejón defendió el orgullo chileno en su tierra y se adjudicó el primer relevo, a favor del representativo de la Ilustre Municipalidad de La Serena.
A él lo siguieron otros ocho participantes, dos de equipos compatriotas suyos pero de Santiago; un conjunto uruguayo, uno tucumano, la formación de La Plata y aledaños, dos de la provincia de San
Juan y el muy peculiar, de tres integrantes solamente, todos ultra maratonistas.
Si algo le faltaba al cóctel era el chico de 17 años que llegó a San Juan con su bicicleta acompañando a la gente de Valle
Fértil con la intención de completar los 506,340 kilómetros en su rodado.
Debió bajarse y “bancarse” un maratón con todo lo que ello significa, por la obligada deserción de un integrante del plantel de 12.
También hubo varios mendocinos, dos en el equipo de la Asociación Atlética Albardón y otro con los de Valle Fértil, además de los choferes de las furgonetas que trasladaron equipos, fiscales y asistentes.
Ricardo Rojas Peredo ganó una etapa clave para el conjunto Ignacio Cardinal, en la altura del límite internacional (4753msnm, donde la ruta 41 de la IV Región de Chile, provincia de Elqui pasa a ser la 150 de San Juan, en la Argentina), allí donde un hombre de Tucumán no pudo completar la distancia y otros tres corredores debieron ser “levantados” de la senda por el cuerpo médico a causa de una amenazante tormenta eléctrica seguida de una nevada.
Todo eso –y mucho más- tiene este Cruce de Los Andes que organizan el Club Andino Mercedario y la Fundación Aguaribay, con fiscalización de la Federación Atlética Sanjuanina y un número creciente de auspiciantes, este año con interesante cantidad de periodistas de todo el país.